sábado, 30 de agosto de 2014

...Pero pues #YOLO!!


Desde que tengo memoria mis padres, mis profesores, familiares y demás gente que se siente con la confianza de aconsejarme y guiarme (cosa que agradezco), siempre me han inculcado que debo tener un proyecto de vida establecido, un camino en linea recta el cual debo seguir para alcanzar una calidad de vida soñada o al menos mejor de la que mis padres tuvieron a esa misma edad. En consecuencia a ello, siempre me forje como una persona que se traza metas y limites a lo largo de mi vida; Tener X puntaje en el Icfes, graduarme a tal edad, estudiar la carrera que amo, cosas por este estilo y pues muchos dirán, "esto es normal, de hecho eso lo hacen todos", pero el inconveniente conmigo es que no me permito que mi camino recto tenga una leve desviación porque siento que el mundo se abre entre mis pies y me lleva a un abismo sin retorno.

Para serles sincero, en este momento estoy sintiendo ese vacío de la caída, porque todo el universo confabuló para que nada me salga bien y resulte envuelto en mas frustraciones y rabias y muchas personas que estimo en el alma me dan ánimos partiendo desde sus propias  experiencias, es mas uno de ellos pasó por esa misma situación e irónicamente yo le daba esos alientos que él me da ahora. Lo se estoy para cortarme una vena escuchando Ricardo Arjona.

Sin embargo, me pongo a pensar en los pequeños pero acogedores y gratificantes momentos que este lapsus me ha permitido vivir, como ver un hermoso cielo nocturno despejado, buscando formas a las nubes en un lugar único que muy pocos tienen la oportunidad de estar en el, el reencontrarme con amigos y contarle confidencias y reírnos de vivencias, el hacer locuras en publico porque el tiempo disponible no da para mas y lo mas importante, el cuidar de una vida indefensa adoptando el papel de padre. Este tipo de cosas me hacen decir una y mil veces #YOLO - You Only Live Once - (Tu solo vives una vez) y me hacen reflexionar sobre lo mecánicos y cuadriculados que nos forjamos desde pequeños, desde la escuela nos enseñan que debemos seguir patrones que la sociedad establece para vivir en una armonía, pero jamas nos enseñan como vivir estos momentos inesperados que sacan lo mejor o lo peor de nosotros mismos o lo que en realidad somos.

Hoy, me auto proclamo de la generación YOLO, no por el hecho de hacer cualquier estupidez teniendo como escusa este hashtag (no me importa si está bien escrito porque YOLO jajaja) 
aunque a veces es divertido ponerle un poco de estupidez moderada a la vida, sino por el hecho de permitirme ser lo bastante estúpido y valiente para vivir momentos que jamas se repetirán y que de una u otra manera enriquecerán mi vida. Claro, sin dejar de un lado las responsabilidades que requiere el ser adulto. Así que vivamos la vida - así suene a frase de cajón - que solo tenemos una hasta donde sabemos, porque no queremos llegar a viejitos y decir ¿qué hubiera pasado si...?