martes, 8 de abril de 2014

¡Demonios, tengo gripa!

Por: El Osorio

Todo Bogotano sabe que el clima de la ciudad es bastante particular, donde en la mañana hace sol (de lluvia) y en la tarde llueve o viceversa; pues esta bipolariodad climática, si lo puedo llamar de este modo, nos jode a la mayoría dándonos una invitación directa al médico y dejándonos en cama por un par de días (como si no nos encantara capar trabajo por estar durmiendo todo el día).

Pues hoy quiero hablarles de, en palabras del médico, la Rinofaringitis aguda o cristianamente conocido como la gripa y ya que está de moda ‘Guglear’ hasta nuestro propio nombre, pues me tome en la ardua tarea de buscar la enfermedad y me encontré con la definición en, adivinen ¿donde? Wikipedia: “Es una enfermedad infecciosa de aves y mamíferos causada por un tipo de virus de ARN de la familia de los orthomyxovirida”.

Pues estas gripas que dan por estos días nos pueden dar unas mini vacaciones de nuestros trabajos o lugares de estudio o por el contrario, nos arruinan nuestros periodos de descansos, levantes, primeras citas, etc. Todo depende de lo suertudo que estemos en este momento. Por lo general siempre que vamos al médico, este nos receta las mismas pastillas, gotas o inyecciones (¡Gracias sistema de salud Colombiano!) que llegamos al punto de sabernos de memoria los nombres y las dosis que hay que aplicar para aliviar el malestar; sin embargo,  colombiano que se respete acude a los remedios caseros, más fáciles de digerir, difíciles de preparar y en lo que a mí concierne, más efectivos que los formulados por nuestro médico de cabecera.  

Siempre que nos afecta este virus común resultamos en nuestras casas uno o dos días en donde quedamos a merced  de los cuidados de nuestras madres y/o abuelas, para mi fortuna ambas. Ellas son las encargadas de mimarnos, cuidarnos y consentirnos en nuestra tortuosa enfermedad, cumpliendo nuestros caprichos y  atendiéndonos como si fuéramos niños pequeños de 5 años.  Para los que viven solos o con su roomate les tengo que decir que lamentablemente están jodidos.  

Señores, todos nosotros pasaremos por este breve letargo una, dos veces al año por lo que es mejor estar prevenidos y cuidarnos mucho, a menos que quieran ser consentidos todo el tiempo, cosa que entiendo. Claro, pueden ser victimas de bullying en sus lugares de estudio o trabajo al ser tildados de hipocondríacos. Ah, y se me olvidaba, si ven a un pariente o amigo enfermo estoy seguro que estarán eternamente mocoagradecidos por cuidar de ellos! 

viernes, 4 de abril de 2014

No sabemos lo que queremos, pero lo queremos a toda costa

Por: La Quintero

Últimamente al parecer he tenido mucho tiempo libre, por suerte el ocuparlo nunca parece ser un problema, la tv, el internet y, en mi caso particular, los libros, nos desatan de las cuerdas que nos amarran a la cama, porque, amigos míos, cuando se está desempleado, a veces parece que la cama te amarra más que cuando te enfermas, el estado depresivo de “solía tener un trabajo, y ahora no tengo dinero ni lugar a donde ir” es bastante pesado a veces, por suerte para nosotros, Bogotá ha bajado sus tasas de desempleo y esta malparidéz cósmica no dura mucho. 

Esa falta de actividad me brindó varias maneras de perderme en realidades alternativas, y aunque, inicialmente tenía la intención de escribir acerca del desempleo, este mismo me ha dado otro pensamiento inquieto en la mente: Normalmente en el blog tenemos muchos temas que hablan de las relaciones, y de la cantidad de matices sentimentales que nos colorean en la vida, pero de varias fuentes, bastante inspiradoras, me llegó la idea, muy bien fundamentada, por cierto, de lo capaces e incapaces que somos de valernos por nosotros mismos. Estamos en la constante búsqueda de alguien para alivianar esa terrible soledad, tener alguien a quien tomar de la mano y de quien esperar llamadas y mensajes todo el tiempo, cuando principalmente no sabemos siquiera lo que queremos en esa persona, algo muy cierto me dice mi padre todo el tiempo: “No sabemos lo que queremos, pero lo queremos a toda costa”.


En mi opinión deberíamos empezar a conocernos y aceptarnos a nosotros mismos, y sonará a cliché, pero no podemos amar a alguien sin amarnos a nosotros mismos, o conocernos, por eso es que siempre nos andamos quejando de lo mal que nos hizo pasar el ex, porque era igual que tod@s, pero es porque simplemente nos dejamos llevar por el miedo a morir solos, cosa que no está tan mal, cuando uno apenas y puede aguantarse a uno mismo, tomarse un tiempo libre de estar pensando en señales y mensajes ocultos de esa persona equis (que muy posiblemente no existen), en verse bien, en decir y hacer lo correcto para atraerle, eso solo una pérdida de tiempo, si no le gustas como eres, puede volverse por donde vino, pero te ahorras la energía de aparentar ser alguien que no eres, ser real es lo más justo no solo para ti sino para el mundo, nos quita un montón de drama del camino. A veces tenemos suficiente con los problemas que nos dan el trabajo, la u, la familia…como para querer agregarle problemitas de celos e inseguridades que muy posiblemente solo están en nuestras mentes, al parecer somos seres melodramáticos por naturaleza, y eso apesta, pero solo por nosotros, hay que entender que uno solo es suficientemente jodido como para tener que lidiar con alguien más a quien aguantarle los berrinches, sobre todo si uno no está seguro de estar con alguien más, compartir está bien, pero entre más mejor, ten más amigos y menos dueños, entre más se da, más se recibe (entiéndase en todos los sentidos).