Por: La Quintero
Por suerte la problemática del “amor a distancia”
no es algo que ocurra muy seguido, aunque en los últimos años viene en aumento,
pasar por ello es algo no solo muy duro sino desgastante, y, tristemente,
normalmente no salimos bien librados.
Ya sea porque el amor se diera
estando juntos y luego por azares del destino tuvieran que separar caminos o
porque ese “amor” se diera ya estando lejos, siempre esa lejanía brindará un
vacío en la relación que no se puede sustituir por nada, en comparación con una
relación con cercanía física, esta carece de ciertas sensibilidades, la
frialdad con que se lleve la cuestión es, desgraciadamente, la mejor aliada,
que para ambos sea fácil y completamente satisfactorio una comunicación solo
por teléfono, textos o videollamadas haría mucho más llevadera la espera por
volver a estar juntos, aunque personalmente, esto anterior, lo considero un
tanto imposible, porque siempre hará falta un beso, un abrazo, la simplicidad
de poder tocarse la las manos, o de solamente salir a comer o a caminar, saber
que la otra persona está junto a ti, y que puede estarlo cuando uno quiera
hacer el esfuerzo de caminar o tomar un transporte para ir a verl@, la
sencillez de sentirlo a nuestro alcance. Y si somos de aquellos que antes de la
lejanía tuvimos una relación estando en la misma ciudad, tenemos que pasar por
la pena de recordar lo que subestimábamos el hecho de tener esta clase de
facilidades para poder tenerl@ cerca, porque es ahí, en medio de esta
video-llamada nocturna, deseándose buenas noches, donde uno piensa que cuando
estaba allí, en la ciudad de uno, podían fácilmente verse al otro día, o peor
aún, esa persona estaría ahí, en su cama, con usted, sin tener que reprimirse
todas esas ganas de una simple caricia.
Es entonces cuando las carencias nos
empiezan a jugar malas pasadas, y tiene en el día a día tanta gente a su
alrededor, que empieza a contemplar la idea de dejar esa relación tan dolorosa
y volver a lo simple. Con alguien que viva en su mismo territorio, inclusive, alguien
que se encuentre a diario, en la universidad o en el trabajo, incluso en el
barrio, puede que sea la misma lejanía con la otra persona o porque simplemente
la ausencia le está acabando el amor, sea cual fuere la razón, muchas
relaciones acaban en ese punto, cuando ya casi no se conectan, se demoran más
en responder, ya les da sueño más rápido en las conversaciones nocturnas y se
van a dormir más pronto, cuando ya ese tiempo que sacaban para hablarle a esa
persona es cada vez menos y es de menor prioridad. Entonces ya, posiblemente,
cada uno de los dos tenga a alguien nuevo en su vida, y esté tratando de
sustituir a esa persona que por la distancia, perdió. Pero, ¡ojo!, nada que
valga la pena en la vida es fácil, y si ustedes decidieron en un principio
(sabiendo que uno de los dos se alejaría temporalmente) continuar con la
relación y acordaron reencontrarse luego de un tiempo, deberían haber sabido
que no sería fácil, que se extrañarían, que temas como la confianza y la
firmeza serían cada vez más difíciles de mantener y más cuestionables, y a
pesar de todo eso no tomaron la salida fácil de “terminemos mientras nos
volvemos a ver, y así estaremos seguros si debemos o no estar juntos” (que
muchas veces es lo más sensato) en cambio se prometieron aguantar y ser fieles,
pues ¡fuerza!, porque si usted ama a esa persona y porque le resultó difícil
prefirió conseguirse a alguien nuevo, como les decía, en su misma ciudad, le
digo con el peso de la experiencia, que con un clavo no se saca otro clavo, si
no es imposible reemplazar a esa persona de esta manera, entonces es muy
jodido. Por otro lado le regalo otra certeza, el momento de volver a ver a esa
persona luego de un largo periodo de tiempo le dará la respuesta que no puede
encontrar de otra manera, la respuesta que no puede darse sol@, y menos en ese
manojo de sentimientos que uno tiene en esta situación: Si todavía hay amor o
es ya un caso perdido. Por otra parte, de las mejores cosas que le puede pasar
a una pareja que tenga este aguante hasta el reencuentro, es volver a verse de
frente, poder abrazarse, sentirse de nuevo, debe ser épicamente hermoso, que
“Diario de una pasión” ni que nada…digo…para mí lo fue. Muchos abrazos,
queridos lectores, y aquellos en esta precaria situación, mucha fuerza
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