Por: Johan Osorio
Princesa Samaria, es una de las
blogueras más populares del país, le escribe a la tusa, al amor y “raja” del género
masculino. Ella se considera una princesa diferente, libre, divertida. Una
princesa samaria.
Son las 4:30 de la tarde, en el Juan Valdéz del World Trade Center, la
gente alrededor tiene una apariencia ejecutiva a tal punto de parece
uniformada, no hablaban más que de números, estatutos y clausulas. Un par de
mesas a la izquierda unos jóvenes, al parecer practicantes, ríen a carcajadas
de lo divertido que fue el día en la oficina, además de planear el “after office” en la zona T, porque ya hay
ambiente de viernes. Ellos contrastan con el ambiente ejecutivo del recinto,
viéndose casi como extraterrestres. En ese momento arriba Mema, al solo verla, ella
irradia frescura y sencillez de los pies a la cabeza, desde sus botas de tacón
café, hasta su blusa de chifón, se sienta y sin medir palabra empieza la
entrevista.
Todos, quienes se han enamorado, algún momento
han vivido una tusa y la forma en que la afrontan es totalmente distinta. En
este caso, Mema Carrillo, decidió afrontarla de la mejor manera, escribiendo.
Ahora con su blog ella se encarga de plasmar experiencias amorosas, tusas, y
cualquier cosa que considere sea de publicar, además ha sido tanto el éxito de
la trágica vida amorosa de esta princesa que más de 90 mil personas la leen
cada semana. Mema Carrillo, una politóloga de 29 años, samaria de nacimiento y
bogotana de corazón, jamás pensó que su vida personal, exactamente la amorosa,
fuera la excusa para crear su blog que no es más que su forma de desahogarse,
su libertad. Con su acento costeño marcado y su característico “ajá” Mema se
caracteriza por ser una mujer ruda, sincera, chévere y divertida. Siente a cabalidad y disfruta de cada relación y cada ruptura, por tortuosa que sea.
“Princesa Samaria”, surgió por el apodo
que te daba un jefe que no te caía bien, ¿Cómo paso de ser un seudónimo a ser
un altergo?
Hace
cinco años, trabajaba en la Fundación Bicentenario de la Independencia Colombia,
yo era la coordinadora de encuentros locales y por iniciativa propia decidí
publicar las historias en las redes sociales para que la gente las conociera,
en ese entonces tenía una jefe súper Cool,
pero renunció y su remplazo, la jefe que me dio el apodo, cambió todo el equipo
y me dejo a cargo de las redes por lo que estuve en una agencia de publicidad
digital. Un día, en una reunión con el equipo creativo mi jefe dijo “Es que la princesita samaria…” y el
director creativo me dijo - oye, ¿tú tienes twitter? Porque ese sería un
buen nombre para esa red -. Yo no tenía idea que era eso y mucho menos que
era un blog, entonces, en la agencia, una compañera muy “geek” (una persona
fanática a la tecnología) me ayudo a abrirlo. En ese entonces (hace cuatro
años) me llamaron de comunidad de Soho
para escribir en el blog destacado y aunque no me publicaron en el impreso
logré ser el destacado por un buen rato. Luego de un tiempo, ella me dijo que
aprovechara el apodo de princesa samaria para abrir mi blog y con ayuda de ella
y de mis compañeros de la agencia fui montando cada post y con el paso del
tiempo fui adoptando el personaje.
¿En qué se parecen Mema Carrillo y
Princesa Samaria?
En la
descripción de mi blog, que me la hizo un ex, el escribió que ella era el alter
ego de Mema Carrillo, ahí mismo dice que Mema siempre fue la ruda, la loca, la
libre, la que le importa cinco los hombres, la soltera loca... En cambio, Princesa
Samaria si bien es una princesa liberal y diferente no deja de ser una
princesa. Sin embargo, a medida que ha pasado el tiempo Mema cada vez se va
volviendo más princesa, nos vamos uniendo.
Según en tu descripción del blog hablas
de la “princesación” del ser, en si ¿Qué
significa ese término?
Básicamente
yo jamás fui princesa, yo nunca me maquillaba, no me peinaba y hacia lo que me
daba la gana. En cambio las princesas no. Ellas son calmadas, recatadas y sumisas, pero poco a poco yo me he
princesializado, no por el personaje sino por madurez, aunque sigo siendo arrolladora
y loca pero con más calma.
¿Por qué ser princesa no es tan fácil?
Porque
ellas tienen que ser perfectas todo el tiempo y ninguna mujer lo es.
En tu post “De cómo Disney nos jodió” hablas
del por qué la vida de las princesas de Disney es nociva para la búsqueda del
“príncipe azul”, pero si pudieras ser una de ellas, ¿Cuál serías?
¡Ariel!
Siempre me he identificado con la sirenita, porque ella tiene el pelo rojo y yo
también. Ella vive en el agua y yo soy de Santa Marta. Además, es diferente a
las demás princesas; por ejemplo, la Cenicienta le tocaba limpiar pisos todo el
tiempo, Blanca Nieves atendiendo a los siete enanitos. Ariel tiene su mundo
debajo del agua y se la pasaba parchando con un cangrejo haciendo lo que quería.
Antes de ser una princesa tenías un blog
personal con tu nombre, ¿por qué decidiste crear ese blog?
Ese
me lo abrió una amiga, cuando vivíamos en Buenos Aires, hace como seis años y
como yo escribía posts en mi perfil de Facebook ya tenía una audiencia
consolidada cuando lo abrí. Yo lo empecé sin ninguna ambición, simplemente lo hice
para desahogarme, para mí es un hobbie bonito.
Muchas mujeres ven a Princesa Samaria
como una consejera en el amor, ¿qué les dirías?
Ellas
siempre me piden consejos. Les diría que yo sé del amor lo mismo que saben
todas, la única diferencia es que yo lo digo. Ellas se lo dicen a sus amigas o
se callan. Si bien he vivido mil cosas, es por la necesidad de escribir que puedo
razonar más las situaciones.
El tema de la tusa es sin duda tu motor en el blog, ¿cómo se logra
escribir tanto sobre lo mismo sin que se vuelva aburrido?
Yo escribo del mismo tema,
pero lo abarco de diferentes formas. He estado tres mil veces entusada pero por múltiples razones,
además que todas las tusas son
diferentes.
En el blog, debo decirlo sinceramente,
rajas del género masculino ¿qué comentarios has recibido por parte de tus lectores
hombres?
No
tengo tantos lectores hombres, ellos casi no me escriben, pero sé que me leen.
Por ejemplo, cuando yo empecé con el blog oficial, princesasamaria.com, yo
estaba en una tusa y mi novio de ese
entonces no estaba de acuerdo con
escribir de mi vida, jamás me apoyó, luego terminamos y supe que me leía
secretamente porque las publicaciones de ella eran para él.
En alguna oportunidad comentaste que eras la doctora corazón de algunas
amigas, cuando estas despechada ¿Quién te consuela? ¿Princesa samaria?
Yo
me consuelo con mis primas y llamo a una o dos amigas, pero generalmente me
trago las cosas. En cuanto a Princesa Samaria ella ha sido mi libertad.
Una persona que se enamora tanto y sufre tanto merece encontrar algún
día el amor verdadero, ¿qué pasará con Princesa Samaria cuando por fin se
enamore y encuentre al príncipe azul?, ¿se terminará el blog?
No tengo ni idea, cuando
llegue el momento lo veremos, quizá sea la transición de la enamorada rosa o se
acabara el blog. Esperar a ver qué pasa.
¿Cuál ha sido tu peor tusa?
Una
a los 18 años, porque a esa edad uno quiere sin reservas, además que fue una persona muy bonita. El man me dejó y yo me fui de cabeza, fue
absurdo porque uno se da permiso de sentir la tusa. Yo lo llamaba, le lloraba y
le contaba a todo mundo. Ya con el tiempo uno es más celoso con esto, por
ejemplo cuando abrí el blog tuve una tusa muy larga, casi un año,
pero más medida.
¿Te has vuelto amiga de algún ex?
Tengo
uno (el de los 18), con él pasaron muchas cosas, hablábamos, “cangrejiábamos” y
de hecho me llama mucho. Ahora el está en una tónica de que se quiere casar
conmigo y esas cosas, yo simplemente le digo que lo nuestro pasó hace 10 años, pero tenemos
una amistad chévere. Hay otro que sé que me adora pero no hay posibilidad de
hablar por la novia. Generalmente las novias de mis ex son las que no dejan que
hable con ellos.
Tú vives despechada y en busca de un príncipe azul que parece que no
existe. ¿Cómo es el ideal del hombre del siglo XXI?
Con unas amigas llegamos a
una conclusión: Casi todas las mujeres buscamos hombres equivocados para decir
luego yo lo intente, pobre yo. Porque nosotras queremos la relación perfecta y
el hombre perfecto, aquel que nos traiga flores, nos cuide, nos llame, etc. y
cuando lo tenemos no nos gusta y lo
rechazamos. En fin, no tenemos claro quién será el hombre perfecto, además que
por más ideales que se tengan, todo se cae cuando ves a un hombre que te hace
“clic”, y si es el indicado, esas
idealizaciones pasan a un segundo plano.
