domingo, 8 de junio de 2014

Esperamos crecer para volver a querer ser niños

Por: El Osorio

A todos siempre nos han hecho esta pregunta ¿qué quieres ser de grande? Muchos tenemos la respuesta a pesar de nuestra temprana edad: doctor, bombero, policía e incluso astronauta. En esas tiernas épocas donde anhelábamos crecer para sentirnos importantes mercando, o hablando con los adultos siendo completamente ignorantes del mundo que nos espera.

Un par de años después, ya ad portas de obtener un grado universitario y habiendo logrado una que otra meta, el panorama da un giro de 180 grados y deseamos con todas nuestras fuerzas volver a ser niños, pero ¿por qué ese deseo?  Pues, si ya están disfrutando las miles de la madurez, una edad  llena de responsabilidades e irresponsabilidades, sabrán que no es tan fácil como se cree...  

Empezando, está la presión de nuestros padres, inmediatamente después de haber recibido el cartón de bachiller y la foto con el profe, ellos nos lanzan la bomba mas grande de nuestras vidas, tienes que buscar trabajo, porque la mayoría tiene ese temor que nos convirtamos en unos vagos sin oficio ni beneficio (gracias mamas por este dicho) que de seguro pasaran a ser unos cuarentones viviendo aun con ellos y  lo mas patético, siendo mantenidos por ellos. 

Para evitar ese triste destino les hacemos caso y conseguimos trabajo, que no es precisamente el soñado donde no hacemos exactamente lo que nos apasiona y terminamos imaginándonos una escena trágica  donde salimos levemente heridos  en un accidente cualquiera para poder estar en nuestras casas gozando de una incapacidad (Lo se es de siquiatra, pero a mas de uno le ha pasado esto). A pesar de nuestra demente imaginación, conservamos nuestro trabajo porque queremos mantener un estilo de vida diferente al planteado por nuestros padres. Pero, al ganar nuestro propio dinero las obligaciones empiezan a surgir y los recibos a nuestros nombres llegan cada mes a la puerta de nuestras casas, cada uno mas costoso que el anterior y eso que solamente estoy haciendo énfasis en los que aun vivimos en el hotel mamá, los que no lo están porque son verdaderamente osados y están peor de jodidos que uno o porque sus padres les pagan absolutamente todo, es como un hotel mamá a distancia.

Ademas de nuestras responsabilidades, laborales, están las personales ya que aquí el hacer sentir mal a otra persona es a otro precio, y  mas cuando nuestras hormonas ya están mas focalizadas y ordenadas ( ya saben a lo que me refiero. Guiño,  guiño) y buscamos esa persona que no acompañe en la vida. El hacer amigos y enemigos es muy fácil y encontrarse con gente loca, peor que uno,  también así que aparte de preocuparnos por nuestros deberes debemos sumarle la vida personal que es igual o peor de complicada sin derecho a una carta de renuncia.

Claramente nadie nos dijo que ser adulto o aspirar a serlo sería una tarea fácil y mas cuando jamas nos han preparado para todo lo que esto conlleva, creo que debería haber un manual de como ser adulto en 5 pasos, así sea para dummies (lo que simplificara las cosas) sin embargo, estos sufrimientos que aparte de hacernos mandar todo a la porra y desear volver a ser niños, nos enseñan valiosas lecciones para el futuro o mejor para  no embarrarla tanto. Lo que debemos hacer es disfrutar cada cosa que se nos viene encima, ya después será un divertido recuerdo que contaremos a nuestras generaciones futuras, claro si no metemos la pata antes de tenerlas. Ser adulto es genial, ser niño también lo fue, así que deberíamos ser adultos con almas de niño y pasarla mas bueno cada día. 






1 comentario: