viernes, 21 de marzo de 2014

Señores, la "Friend Zone" nos jodió

Por:  El Osorio

Analizando un poco cada paso que se da en la vida me doy cuenta que hay personas que les va muy bien en sus estudios y/o trabajos y tienen una vida social muy activa (amigos, conocidos, el parche) sin embargo, en la parte amorosa no es que a uno le vaya muy bien y es porque siempre hay un elemento que impide sentar cabeza y tener una pareja estable, pero ¿Cómo carajos pasa esto? La respuesta es simple, siempre uno resulta fijándose en la persona que no es, dejando como resultado un estancamiento en la atemorizante “Friend Zone”.

Si se hace una pequeña retrospectiva a lo que se refiere este término noto que se llega de dos maneras. La primera, cuando conoces a esa persona de un momento a otro, ya sea en una cita a ciegas (Gracias Internet), el familiar de algún intento de levante anterior con el mismo fatídico resultado, mejor dicho esa persona que jamás en nuestra existencia habíamos visto y que por casualidades entra en nuestras vidas. La segunda, es cuando ya se está en la friend zone (Cosa que empeora todo) antes de iniciar la pelea en el campo de batalla por el corazón de esa persona, aquí me refiero al mejor amigo, el vecino de la infancia, el (la) traga del colegio, en fin esas personas que significaron algo en nuestras vidas, pero por temor no nos atrevemos a decirles nada y preferimos quedar de amigos, con esperanzas de algo mas.

Cuando al fin tomamos el valor y la determinación de iniciar algo, empezamos con un par de citas y luego uno se da cuenta que esa persona si es la indicada para compartir las locuras y parte de la vida social, espiritual, familiar, etc. Ahí es cuando llega el momento de la declaración, ese instante en donde todo el cuerpo suda, se ensayan una y otra vez las palabras adecuadas para pedirle el cuadre y se prepara la mejor velada posible, una salida a cine + una cerveza, una cena, mejor dicho el plan que según la previa investigación (stalkeo) sea el más favorable para esa persona y para nosotros, porque  tampoco es que la pasemos aburridos mientras nuestro levante esta de maravillas.

Al fin el momento llega, pasa la velada, se hablan de las mismas tonterías de siempre, eso sí una que otra actualización de sus vidas en la semana  y demás, mientras tanto nuestra conciencia nos va poniendo un ultimátum y va acomodando las palabras que queremos decir para que sea un Sí fijo. Abrimos nuestra parte más sensible y romanticona (como en las películas) y regamos esas palabras que nos hacían el nudo en la garganta y sentimos como un gran peso se nos va de encima. Al tiempo que experimentamos estas sensaciones vemos con vehemencia a nuestra cita, esperando pacientemente (desesperadamente) su respuesta que al principio no la procesamos por tanta vaina que nos pasa por la mente, y al repitis escuchamos lo que jamás imaginamos que llegaríamos a escuchar, “me gustas pero…” esa maldita conjunción que acompañado de múltiples y tontas razones nos jode todos los planes hechos y futuros con esa persona y nos da pase V.I.P a la Friend Zone, haciéndonos sentir primero derrotados y segundo sorprendidos porque en nuestros imaginarios veíamos señales de que el levante estaba en su mejor momento y ese No disfrazado no lo veríamos venir.

Al final de todo este rollo, y como buenos seres vivos que somos, sacamos lo mejor de nuestra diplomacia y aceptamos esa decisión por el simple hecho de no perder la compañía de esa persona, claro está que muy en el fondo está el sentimiento que de algún día el  será reciproco y tendremos el sartén por el mango, por lo que uno espera pacientemente hasta que resulte.

NOTA: El 99.9% de los casos JAMAS resultan, por lo que es aconsejable vayan haciendo los papeles de propiedad.


Señores, la moraleja de todo este cuento es que dediquemos nuestras vidas, energías y ganas a todo lo que nos apasiona y nos hace feliz, si bien todos necesitamos de una media naranja para compartir una parte de la vida esta no llega de la noche a la mañana, mucho menos por citas en internet. Sigamos con nuestras vidas y verán que Dios, Zeus, Ra, o quien sea a que le recen nos enviará esa persona que nos hará la vida de ponqué y nos haga salir del mercado del “usado”. Por el momento hay que seguir con la vida en el ritmo normal y disfrutar de los detalles que ésta nos ofrece, porque por ponernos de romanticones buscando a quien nos “complemente” nos perdemos del resto de personas que nos hacen pasar más de un momento chévere en nuestras vidas.

miércoles, 19 de marzo de 2014

La vida (Mi vida) es una mala comedia romántica.

Por:  La Quintero


Hay momentos en la vida en que nos sentimos protagonistas de historias increíbles, tal vez es tanta influencia del cine y la televisión, sobre todo cuando de romance se trata. La tecnología a nuestro alcance ha colaborado mucho a facilitar el drama de nuestras vidas cotidianas. El conocer gente nueva,  alejarnos de viejos amigos, incluso ya podemos enamorarnos de alguien solo con ver las fotos sobre editadas subidas en redes como instagram, con twits reciclados los creemos súper ingeniosos y con  un poco más de investigación (stalkeo) ya sabemos de su pasado romántico, los lugares que frecuenta, donde estudia/estudió y, a groso modo, la clase de persona que es. Nos facilita tanto conseguir amigos como enemigos, o díganme ¿pelearían tanto con sus parejas si no fueran por las redes sociales?

Las Menciones, etiquetas y mensajes en dichas redes han significado las rupturas más escandalosas y melodramáticas de la historia, ”¡que Titanic ni que nada!, esa… subió una foto de mi novio con otra en una fiesta” y es así como, personalmente pienso, una comedia romántica de estas últimas generaciones sería un rotundo fracaso  ya que “se conocieron cuando él la agregó a Facebook, tenían solo 3 amigos en común, luego dieron el siguiente paso, se veían por Skype, al final deciden verse, vivían a 2 barrios de distancia, se enamoran, se cuadran públicamente, se dicen que se aman y un día la ex de él sube una foto vieja donde están juntos y todo termina, fin.”Aunque la pendejada de estar queriendo volver con el ex nunca pasará de moda, entonces ya tenemos tema para la secuela. Sin embargo, las películas románticas aún conservan esa esperanza de un amor más real, (aunque no todas) y uno de pendeja sigue viendo las “chick flicks” más rompecorazones de temporada cuando nuestro novio cambia su status a “single”, entonces podemos imaginarnos conocer de la nada a la persona perfecta, en el momento menos pensado. Y no se entristezcan, esas cosas si pasan.

Uno ya está tan cansado de estar esperando algo que nunca llegará solo porque siempre busca en los mismos lugares, Primero, hay que desprenderse de pensamientos negativos, para todos los que piensen que el amor no los encontrará jamás, frescos, apaguen el pc, guarden el Smartphone en el bolsillo y conozcan gente de verdad, porque enserio que jartera andar viendo a la gente siempre pegada del celu. Una vez fijes la vista más allá de la pantalla y dejando de sufrir por el/la mism@ pendej@ que te dejó hace unos meses, pero que todavía te mensajea te encontrarás con gente más real (aunque no del todo) que por lo menos sabes que no están editados o retocados en Photoshop.

Luego viene la interacción, donde se evidencia una belleza más allá de la física, una que puede enamorar más profundamente, y es donde uno vuelve a depender de la tecnología: ”llámame” o “escríbeme”, “búscame en Facebook”, pero no está mal, siempre y cuando NO SE DEPENDA DE ESTO, no hay que dejar en segundo plano la interacción real por la virtual, no se conforme porque esa persona vive en el sur y usted en el norte a verse por Skype y hablarse por whatsapp, haz el esfuerzo, guarda de las onces pal bus, vallan a cine, siéntanse verdaderamente cerca. Entonces, como tú no vives con el miedo de las personas que le dan like a las fotos de su “levante”, porque ya superaste esa fijación, no vas a tener la necesidad de entregarse de una, siempre es bueno darle tiempo al tiempo, con eso se convence si es eso lo que quiere o si es mejor seguir buscando, además, eso se llama “hacerse desear” y entre más crezca ese deseo, más se disfruta al final.

En cuanto tu llegues a un punto en el que conociste a una persona de frente, mientras salían y hacían cosas que ambos disfrutaban y te sientes feliz con la persona que tienes a tu lado, deja de pensar que tu vida es una mala comedia romántica, pero OJO, esto no siempre va a ser  un “felices por siempre” como en las amadas chick flicks , las relaciones siempre tendrán problemas, pero uno tiene que aprender a agradecer todo lo que esa persona es capaz de enseñarte, y solo sucede con relaciones reales. No esperen a que las cosas pasen, salgan de la zona de confort, exploren, VIVAN, que al mirar atrás, les juro, nunca se van a arrepentir de haberlo hecho, al menos eso nos han enseñado las películas. Que no les pase como a mí, que cuando conocen a alguien que uno piensa “wow, esto no puede ser enserio”, se va al otro día del país, me ha pasado 2 veces, el director de mi vida SI que tiene huevo. Luego no se quejen.

lunes, 17 de marzo de 2014

Reuniones Familiares: entre la risa, la vergüenza y el ¡guardao!

Por: El Osorio

Siempre cargadas con un toque diferente innovador y avergonzador, donde  nos encontramos con los mismos de siempre o, en mi caso, conocemos familiares nuevos (y los que faltan por conocer).  En este caso me centraré en los cumpleaños.
Estas fiestas cargadas de alegría, euforia y en algunos casos nostalgia son la mejor excusa para reunir a toda la familia y más si el homenajeado ya está entrado en años. En toda reunión familiar siempre he detallado ciertas particularidades que hacen el común denominador, por ejemplo jamás debe faltar el preferido, sea el sobrino, hijo, primo, nieto, etc. Este personaje es la adoración de toda la familia, razón por la  cual  es invitado a todas las reuniones familiares habidas y por haber,  claro,  a él no le molesta para nada la idea ya que su filosofía de vida es: “la familia es primero”, además porque generalmente es el más rumbero, recochero y entrador. Este personaje es el que siempre resulta ser el maestro de ceremonias y una especie de chaperón no autorizado, ya que es  quien presenta a los familiares que no se han visto en años o no se conocen(o pretenden no hacerlo).

Otro elemento común es la comida: un asado, un ajiaco, un arroz con pollo o una lechona, que combina o remplaza a las anteriores, siempre van a estar presentes en toda celebración, además que ya parece que fuesen de obligatoria elección para todos, porque digamos la verdad,  todos nosotros preferimos un buen plato de lechona o una buena porción de carne asada a cualquier platillo elaborado con excelente presentación.

Ahora, ya entrados en la rumba, donde el trago no puede faltar, vemos como nuestros familiares van cambiando de cara y de forma de comportarse hasta llegar al punto de hacernos sentir pena ajena por tanta “excentricidad” que realizan (siempre va a haber el payaso, morboso, mamon y buena gente que nos hace sonrojar y voltear la cara).  Un caso particular es aquel  que a la hora de bailar y posar para la foto siempre tiene que demostrar su estado de ebriedad con la(s) Botella(s) en la mano, además siendo el primero en formar pelea por absolutamente todo y ser el que “caiga muerto” en la silla por excederse con la bebida. Ya en la pista de baile que puede ser la sala de estar de la casa, todos nosotros sacamos nuestros mejores talentos moviendo el esqueleto sin importar el género, claro está, no falta el tronco que no sabe bailar ni una y es motivo de burla y montadera del resto, así que les aconsejo que analicen en medio de sus borreacheras si se la han montado en las fiestas porque puede que usted sea ese tronco. Ademas de del que se baila hasta la caída del tenedor, quien generalmente se roba el show con sus pasos coordinados y practicados, porque se me hace casi que imposible que una persona de manera "natural" tenga tanto tumbao bailando.

Ya para terminar la rumbita e irnos para nuestras casas ocurre uno de los actos más tradicionales de toda fiesta colombiana y es, aparte de dar las gracias por todo, y hago énfasis en todo, es la llevada de la parte al que no fue (por pereza de encontrarse con todo lo anterior) porque un corazón de madre, tía o abuela no resiste el hecho de que el que se quedó en casa no pueda tener alguito de la fiesta, y en general este personaje, astuto en mi opinión,  la pasa más bueno que todos los de los fiesta y  para colmo de males resulta premiado.

Señores, todos tenemos particularidades en nuestras familias y más cuando toda está reunida, pero ¿qué serian de nuestros bellos y vergonzosos recuerdos sin ellos? Porque el ser de una familia de ambiente y recochera es parte de nuestra idiosincrasia y nuestra personalidad, ademas los mejores recuerdos de infancia, adolescencia y madurez son con ellos, estos recuerdos que a pesar que de dientes para afuera decimos no queremos repetir, muy en el fondo esperamos una rumbita igual o mej.. peor que las pasadas.

sábado, 15 de marzo de 2014

Los gustos y las relaciones

Por: El Osorio y La Quintero  

¿No les pasa que conocen a alguien con quien parece que se entienden en todo?

Empieza con un saludo casual, normalmente se presenta cuando entras a un entorno donde tienes que ver a esa persona con frecuencia (estudiando, trabajando o en el barrio), entonces es más fácil conocerse, ese primer acercamiento.

Si se conocen de la U, lo primero que los asociaría sería la carrera que estudian y lo que los llevo a estudiarla. En el trabajo es esto mismo, por qué están ejerciendo ese empleo. Además de lo más obvio, pueden relacionarse por cosas como la literatura, el gusto cinematográfico, las creencias políticas o religiosas y…lo que más nos hace simpáticos o apáticos en mi país: el fútbol. Toda la conversación va bien hasta que ¡BAM! Surge siempre un tema que, queramos o no, abre una brecha entre nosotros y empiezas a ver a esa persona con otros ojos. Claro todo depende el manejo que le demos. Un buen ejemplo son los gustos musicales, sin importar en que época hayan nacido, siempre un genero, artista o ritmo en particular llenarán sus oídos de regocijo y harán que sus cuerpos vayan al ritmo sin darse cuenta.

Particularmente comparto un blog con una persona que tiene ideas vagas de quien Andrés Calamaro, creo que una solo persona que vive en una caverna podría ignorar su existencia, no puedo imaginarme a persona alguna de esta generación que no haya gritado en la “mini-tk” del cole saltando con los clásicos del rock en español. Si señores, esa misma mini-tk en la que nos encerrábamos en el salón, con las ventanas tapiadas con bolsas de basura, repartiendo picada de todorico con maíz pira y escuchando música en una de esas grabadoras, algunos ya con el conocimiento del cd-mp3.

Y aunque yo pretendo escuchar todo tipo de música (se me escapan algunos géneros) y ser bastante tolerante, a pesar que mi predilección sea enteramente el rock, sé muy bien que para él yo también debo ser una completa ignorante en cuanto a la música que él trata, y es entonces donde me imagino el gran fiasco que debe ser tratar de buscar un lugar donde ir a escuchar música y tomarnos algo, terminaríamos escuchando rancheras y tomando tequila en alguna casa al final (cosa que no suena tan mal).


El caso aquí señores es que, lean bien, JAMAS van a encontrar una persona que comparta absolutamente todos sus gustos, siempre va a haber un tema que puede que genere discordia y en ciertos casos burlas hacia el otro. Sin embargo, eso es lo divertido de una relación, aprender a tolerar las cosas del otro, y entender que a pesar de lo ridículo que  nos parezca, cada quien tiene unos gustos mas bizarros que otros y si pretendemos ser seres sociables, como nos lo enseñaron en el colegio, hay que callar y respetar al otro, porque, ¡ojo! El de los gustos bizarros puede que sea usted.

martes, 11 de marzo de 2014

Nos vamos de Rumba!!!

Por: o La Quintero

Después de una semana de estudios y/o trabajo, siempre devastadora, llega el merecido descanso, para muchos el fin de semana, tiempo de relajación y recogimiento espiritual, donde no tenemos que madrugar ni preparar el almuerzo para llevar en la porta comidas. No sé ustedes, pero a mi ese día me toca hacer aseo en mi casa, con montones de ropa sucia que lavar. Pero cuando todo eso termina, la tarde queda libre para añorar que llegue la noche y empezar la aventura nocturna.

Cuando empieza a caer la nochecita, como que nos pica la casa y la garganta nos sabe a cerveza, sobretodo cuando tenemos dinero en los bolsillos, la rumba nos empieza a llamar disimuladamente, a algunos les susurra al oído, a otros les hace señas desde fuera de la ventana, y al 90% de la población les escribe por whatsapp, pero a las 8 ya estamos dispuestos a gastar lo poco o lo mucho de nuestros sueldos en una buena noche de rumba (el que lo niegue, niega a la mamá).


Nos encontramos con un par de amigos, que, usualmente, están igual de desplatados que uno, para ver "¿qué vamos a hacer?". Siempre existe la ilusión de ir a un nuevo sitio, probar algo diferente, ir a donde siempre los de la U o los del trabajo nos recomiendan, pero al final aceptamos que le tenemos miedo a las nuevas experiencias, y siempre existen excusas para no ir a un sitio distinto al habitual."no conocemos a nadie allá", " ¿qué tal sea muy caro?", "me han dicho que por allá se la pasa fulan@ y no me lo/la quiero encontrar", "está muy lejos y luego no me alcanza para el taxi". Nos resignamos alegremente a ir al mismo bar de siempre, donde ya nos sabemos hasta la lista de reproducción del DJ.

Para dichos encuentros estamos llevando a cabo siempre el mismo protocolo, llegamos con los mismos tres pelagatos de siempre, buscamos entre la gente a los mismos clientes que van en el mismo plan que uno, ( los más amigueros llegan a saludar al mesero, al barman, al dueño, hasta al señor que vendé minutos ahí afuerita del bar). Siempre esperando que algo nuevo ocurra, que alguien nuevo aparezca, para un posible ligue/levante, esperando aquellos que si salen de su zona de confort para buscar bares y discos nuevos, no como uno. 

La ventaja de llegar a donde todos lo conocen, y donde uno conoce a todos, es que te embriagas dos veces con más facilidad. Esto se da por dos razones. 1. Porque todos se juntan para hacer vaca, 2. Porque cada borracho que te conoce te gasta una cerveza. (Si usted no es cliente asiduo de un bar en específico esto le puede significar un incentivo para empezar a serlo). Así mismo nos sentimos tan en casa que ya no nos matamos la cabeza pensando que ponernos, no nos probamos todo el armario antes de salir, ya sabemos que va con el estilo del bar y que llama la atención, ya encajamos con todos los demás. 

Al final terminamos con la pinta de siempre, con los mismos tres pelaos de siempre, viendo a la misma gente de siempre, y tomando lo mismo de siempre y sólo esperando que pase algo diferente pero sin querer ser quien lo provoque. Todo esta hecho de tradiciones ¿no? Así cómo nuestros papás, terminamos cayendo en el mismo hábito alcohólico, lamento decirles está triste verdad. Sin embargo, y muy a pesar del guayabo del otro día, tenemos las mismas ansias de hacer lo mismo el próximo fin de semana.

Al fin y al cabo ya todos esos "amigos de bar" nos conocen borrachos, esa es una ventaja que no podemos desmeritar, con ellos no nos da tanto oso embriagarnos y actuar como idiotas (al final todos lo somos estando borrachos y no notamos la diferencia sino hasta acordarnos al otro día), son los que nos conocen las intenciones pendejas de "quiero llamar a mi ex" o de "déjeme que yo si se bailar", hasta nos conocen el límite en el que saben que una vueltica más nos va a hacer vomitar. 

Eso es lo lindo de la amistad, de estas bellas costumbres.


sábado, 8 de marzo de 2014

Trabajo, estudio. Estudio, trabajo. Que dilema!


Por: El Osorio

Muchas personas me han dicho que Bogotá es la ciudad de las oportunidades donde se puede estudiar y trabajar al tiempo, sinceramente no sé cómo sea la situación en otras ciudades y la verdad no es el tema importante ahora ya que hoy quiero hablar de las personas que nos quemamos el coco todo el día trabajando para terminar de quemarlo en la universidad o el instituto cada noche.

Aquellos que seguimos esta rutina diaria no es extraño estar somnolientos, con afanes y algunos (como en mi caso) con delirios pre y post parciales todo el tiempo. Mientras algunos de ustedes están viendo arropaditos Avenida Brasil, Yo me Llamo o perdiendo el tiempo en Internet (como si yo no lo hiciera), hay quienes están en las aulas aprendiendo a pesar del estrés y cansancio que deja una jornada laboral, esto sin importar el cargo que tengamos.

En mi caso el día inicia a las 5:00 am con el sonido desesperante del despertador del celular después de su tercer pito, porque despertarse en el primero sí que es jodido; después de lavar los dientes, tomar una ducha y vestirme hay que ir a enlatarse en el Transmilenio. En el viaje se leen las copias y los más osados hacen trabajos desde la comodidad del celular; ya en la oficina el café de la mañana y a iniciar la jornada.

Entre el informe para el jefe, el favor al compañero y el regaño del gerente hay que terminar de leer copias, corregir los trabajos a presentar y medio estudiar de reojo para el parcial del día, claro, eso si tiene un jefe buena gente que le permite hacer eso, de lo contrario hay que hacer uso del manual del disimule (que nunca ponemos en práctica)  para que no nos pillen estudiando en el trabajo y nos ganemos por juiciosos un memorando.

Terminando la Jornada, nuevamente de vuelta a embutirse en el Transmilenio y a releer las copias, ya que la información adquirida se fue por el botón de enviar con cada Email. Al llegar a la universidad primero  hay que tomar un café, una gaseosa o fumarse un cigarrillo,  cada quien tiene sus rituales para mantenerse despierto y lúcido para poder estar en mente y cuerpo en la clase. Mientras la cátedra dura hay una lucha entre la atención y el sueño ¿Quién ganará? Por experiencia el sueño gana los cinco primeros rounds desconcertándonos del profe y haciendo que nuestros apuntes sean jeroglíficos por descifrar.

Terminada la clase lo único que añoramos es llegar a casa y meternos en nuestras calientes camitas a dormir cual comercial de colchones o almohadas, pero como la realidad es distinta nos espera un escritorio frío, un café caliente y una lista de trabajos por hacer para la próxima clase. Esta es la causa de nuestra somnolencia diaria y excusa para los momentos de rabonería espontanea.

Señores, estudiar y trabajar no es para cualquiera, pero  es una realidad que nos toca vivir a la mayoría, llena de satisfacciones y sobretodo trasnochadas donde nuestra vida social es limitada. Sin embargo, el sentimiento de gloria y orgullo con nosotros mismos es tal que esos 5 años de sacrificios valen la pena, además de la ventaja que ya tenemos experiencia en el ámbito laboral a diferencia de los demás.  ¡Tomen esa!